Cuando un niño pierde su gorra en un árbol, y él y la luna comparten un secreto.
Era un día soleado y todos fuimos a la feria.
Mama le compró una gafas muy bonitas a mi hermano, papa me compró una gorra azul que me gustaba mucho, y para mi hermana pequeña una piruleta que le encantaba.
De camino a casa, hacia mucho viento y se voló la gorra de mi cabeza…
Mi gorra se quedo sobre una rama muy alta del viejo roble.
Lloré mucho y no me comí la cena que había preparado mi madre
Más tarde, por la noche, salió la luna, y se quedó mirando mi gorra sobre el viejo árbol.
A la luna le gustó mucho mi gorra y se la puso, y parecía muy feliz con ella. Y eso me alegró mucho.
Al día siguiente, después del colegio, mi madre me llevó a comprar una gorra de color rojo, me dijo que se lo había dicho la luna.
Esa noche, la luna llevaba su gorra y yo la mía, y estábamos muy felices con ellas.
Crees que el sol necesitará una gorra?
¡Adivina que gorra llevo hoy!
¿Qué pueden aprender los niños al leer este cuento?
Cooperación y compartir
¿Por qué crees que el niño de esta historia está feliz al compartir su gorra con la luna?
Adaptación
¿Crees que el niño se adapta bien a una situación que en principio no era positiva?