¿Qué cuentos leer a nuestros hijos?

Cuando uno va a ser padre trata de estar preparado para todo. Compra  pijamas, bodies, pañales, canastilla, cuna… y también llega el día que decide ir a comprar el primer cuento para leer a su hijo.  Parece fácil y debiera serlo, hasta que llega a la sección de literatura para niños y descubre abrumado que hay cientos de libros de cuentos de todas clases, colores y factura ¿Y… cuál comprar?

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La verdad es que  no sabemos cuál escoger.

¿Este que es muy bonito y lleno de preciosas ilustraciones? ¿Este otro que cuenta una historia para que el niño aprenda a compartir con su hermana? ¿Aquel que enseña a los números a niños de 2 años?

La lista es infinita y todos parecen ser adecuados para nuestros hijos, pero la verdad es que la gran mayoría no lo son. Y lo que es peor, no tenemos criterio suficiente para saber cuáles son buenos y cuáles no.

Entonces ¿Cuál escoger?

En mi opinión sólo hay una respuesta, los cuentos de hadas, y este es el primer criterio que recomiendo:

1.- Escoge cuentos de hadas.

Vamos a hablar mucho en este blog de los cuentos de hadas, pero antes debes  asegúrate de que lo que lees a tus hijos es un cuento de hadas de los “buenos”. Para ello sólo hay un camino: escoge una buena recopilación de cuentos populares de hadas.

Pero ¿qué es un cuento popular?

Los cuentos populares son aquellos que han llegado hasta nosotros después de ser contados a lo largo de los siglos, de generación a generación (El origen de muchos cuentos data del neolítico, y tanto en Mesopotamia como en el antiguo Egipto ya aparecen versiones de cuentos similares a los que conocemos hoy en día). Es la propia sabiduría de la humanidad la que ha seleccionado los cuentos que han llegado hasta nuestros días. Muchos relatos se habrán perdido con los años, otros habrá sufrido transformaciones, pero los que han llegado hasta nosotros han llegado por algo, no es casualidad.

Por lo tanto, los cuentos populares  encierran algo en sí mismos, que los padres han querido contar a sus hijos durante cientos de generaciones.

Este es por lo tanto el segundo criterio:

2.- Escoge cuentos populares de hadas.

Quizá en este punto, más de un padre o madre puede tener reticencias a la hora de escoger cuentos populares.   En principio se puede pensar que presentan roles y valores que no queremos trasladar a nuestros hijos.  Roles de mujeres pasivas y discriminadas,  clases sociales ancladas en el pasado, valores retrógrados…

La verdad es que estos roles y valores sólo aparecen en las versiones más modernas de estos cuentos. Son las versiones de los hermanos Grimm, Perrault, Andersen y Disney, las que contienen este tipo de temática.  Leyendo versiones previas de cuentos populares de la tradicional oral, se descubren cosas curiosas como que por cada princesa encantada en un cuento había un príncipe encantado en otro; o que las princesas rescatadas siempre tomaban protagonismo en la segunda parte del cuento, donde llevaban a cabo lo necesario para redimirse.

Así pues, los principales defectos asociados a los cuentos populares, no son propios de los cuentos, sino que son propios de determinadas versiones de los mismos. Al contrario, los versiones originarias de los cuentos populares son un ejemplo de experiencias, ideas y emociones a trasladar a nuestros hijos.

Y éste es el tercer criterio:

3.- Elige versiones fieles a los cuentos populares de hadas de la tradición oral.

No es fácil, hoy en día, obtener estas versiones originarias de la tradición oral. Ni siquiera es fácil saber cuáles son, y más si tenemos en cuenta que no se suelen encontrar en librerías “convencionales” ni grandes superficies.